domingo, 3 de marzo de 2019

El cambio a aula unitaria

Este curso comenzó con una sensación de vértigo: de ser una escuela con dos aulas, pasó a ser "unitaria": todo el alumnado desde infantil hasta 6º aprenderían juntos en el mismo aula. Un reto espectacular para Eva y el profesorado de apoyo al aula que se estableció desde el equipo directivo.

Acudimos a la reunión general de principio de curso con cierto temor, no nos vamos a engañar. ¿Cómo podría Eva responder a las necesidades de edades tan diversas? Salimos de la reunión tranquilos y con mucha energía:
- La maestra desglosó el currículo de primaria por cursos y asignaturas, las familias pudimos comprobar la cantidad de contenidos que se repiten curso tras curso y que ella podría unificar en propuestas comunes, adaptadas a cada edad. (La Lomce, así desglosada, es bien absurda).
- Se realizarían desdobles dividiendo en dos grupos al alumnado de primaria.
- Se establecieron proyectos comunes, rincones de trabajo en los que Todos podrían participar: la noticia de la semana, "conferencias" sobre el cuerpo humano, exposiciones orales sobre cuadros de Van Gogh...Y para rizar el rizo, el trabajo grupal en ocasiones se hace con alumnado de diferentes edades, aprendiendo los pequeños de los mayores, y también viceversa, pues los mayores realizan el esfuerzo de tener que explicar a las compañeras de los cursos inferiores, facilitando que lo asimilen.

No ha cambiado la motivación por aprender, ni el asombro, ni las ganas de saber más en mis hijos, desde que son escuela unitaria. Sí sienten la exigencia que acompaña el ir haciéndose mayores, la responsabilidad de las tareas que llevan a casa, pinceladas de esfuerzo que no les impide disfrutar de la tarde. Sigue, como en años anteriores, pasando el aprendizaje por el corazón.


viernes, 22 de diciembre de 2017

¿Qué ha pasado en nuestra casa durante el primer trimestre?

LLega el final del primer trimestre y con él las notas y los festivales de Navidad. En ellos nuestros hijos e hijas se afanan por mostrar lo que han estado ensayando durante mucho tiempo. También recogemos sus trabajos y los resultados de su esfuerzo. El cole se vuelca en enseñar a las familias todo lo que han aprendido sus alumnos, y que ha valido la pena su dedicación tanto en la escuela como en casa con los deberes.
Se me ocurrió que sería bonito poder mostrar de vuelta a las maestras de nuestros hijos todo lo que, a lo largo del trimestre, han traido a casa desde su escuela:
Este trimestre en casa los mocos han pasado de ser una sustancia asquerosa a una parte del cuerpo bien interesante digna de estudio y análisis.
Hemos desempolvado los manuales del cuerpo humano y los maletines de jugar a médicas para explorar los oídos y los ojos con mucha atención. Un compact disc y un tubo de cartón han facilitado que el arcoiris entrase en nuestras retinas.
Este trimestre, en casa, los problemas matemáticos se han dado la vuelta, desde la solución hemos explorado cómo se llegó a ese final, exprimiéndonos el cerebro cada viernes con los acertijos viajeros de fin de semana o con los talleres matemáticos.
Este trimestre, nuestros niños saben latín, nunca mejor dicho, y las palabras que surjen en la cocina han encontrado su orígen en la antigua Roma.
Este trimestre ha sido imposible hacer limpieza en casa... de ciertas cosas. Cualquier artilugio de madera, metal o tela se ha convertido en guiñoles y hemos movido los sofás para hacer obras de teatro improvisadas al más puro estilo Rodorín.
Este trimestre hemos prestado nuestro portatil a nuestros hijos para poder investigar o entrar en nuestro Google Classroom, deseando encontrar mensajes o tareas literarias.
Ha sido fascinante que la palabra "surrealismo" entrase en nuestra casa. Hemos dibujado e inventado poemas basados en lo que nuestro corazón dictaba, sin dejar participar al cerebro consciente.
Este trimestre hemos oido hablar de un periódico hecho entre todos y hemos vivido cómo esa responsabilidad compartida ha creado orgullo de ser de Garganta. También hemos hablado de que quizá un periódico pueda salvar una escuela, y con ella, salvar a un pueblo entero.
Gracias maestras, gracias hijas e hijos que habéis trabajado y disfrutado tanto vuestra escuela este trimestre. 


miércoles, 15 de noviembre de 2017

Del trabajo por proyectos al libro de texto: El escalón a tercero de primaria...

... o más bien, los 20 escalones que separan las aulas de abajo de la clase de arriba, la de los mayores. Es un aula abuhardillada con vistas a las montañas, un aula en la que apetece cogerse un libro y una mantita y leer y leer y leer... Pero no, es "la clase de arriba", la de "ya te enterarás cuando subas, que aqui ya hay que estudiar mucho".
Iván ha subido esos 20 escalones con sentimientos contradictorios, no es un chaval de respuestas tajantes, siempre ve pros y contras. Su respuesta era clara en junio "tengo ganas de pasar a la clase de los mayores, pero echaré de menos los rincones. ¡Y encima este curso tienen una mesa de luz!".
La organización del cole multinivel implica que los alumnos de 1º y 2º de primaria siguen beneficiándose del trabajo por rincones que en otros centros está pensado solo para infantil. Había rincones temáticos elegidos por ellos (el curso pasado una cueva con tesoros), rincón de juego heurístico para los de 3 años, informática, juegos matemáticos, juegos con palabras e historias... Y este curso, en tercero, eso cambia.
Reconozco que pasar de trabajar por proyectos a usar libros de texto despertaba mis prejuicios más rancios. Pasar de trabajar los contenidos desde los intereses del alumnado a verlos escritos en el índice de un libro de texto hace que esos mismos contenidos parezcan desordenados en el libro. Estudiar, por ejemplo, la geografía desde el entorno cercano de los niños y niñas y ampliar la imagen como un zoom tiene para mi más sentido que un índice con el mapa del mundo estructurado por continentes y hábitats, y capitales y animales por un lado, y plantas por otro...
Sin embargo... ¡Ay el olor de los libros de texto en septiembre! La ilusión de Iván por sus nuevos libros se veía en sus ojos grandes llenos de curiosidad. Y yo no se la iba a quitar con mis prejuicios rancios.
Porque conocer a la nueva maestra (Ana) y su forma de enseñar me hizo romper los esquemas y ampliar la mirada como ese zoom que reivindico. Yo no sabía que los libros de texto se pueden emplear como simples libros de consulta, porque el aprendizaje puede ocurrir en otros espacios: investigando en la biblioteca, en internet, en ese mismo libro. Empleando las nuevas tecnologías para aprender a organizar los contenidos, y de paso desarrollar estrategias para el futuro estudio.
Llegaron deberes nuevos que comenzaban por "Investiga...". Al principio todas las posibilidades de internet le abrumaban, descubrió que la wikipedia no sirve de tanto, que hay que seleccionar... Iván comenzó a apuntar en la agenda los deberes, a olvidarse libros en el cole, a olvidarse de mirar la agenda... Requirió un esfuerzo y reorganización por su parte y un acompañamiento por parte de su familia en la que dudas de si intervenir mucho o no llegar. Optamos por ponernos detrás, en un segundo plano, sin agobiar. Al fin y al cabo ya es mayor.
Llegaron los exámenes apuntados en la agenda. Y también la aclaración de que la nota del exámen no es la nota definitiva. Ana  les conoce de sobra y podría evaluarles casi sin exámenes. Pero hay que ser realistas y prepararles para los exámenes que relizarán en el futuro, a lo largo de todos sus años de estudios.
No han desaparecido los proyectos. Los hay comunes de todo el CRA como elegir un cuadro del Museo Reina Sofía para describirlo ante los demás compañeros cuando lo visiten. O el proyecto de Robótica. Y los ojos de Iván siguen brillando como desde que entró en esta escuela, llenos de curiosidad por los retos que le ilusionan.
Así que de nuevo la escuela de Garganta me sorprende y nos acompaña en el hacerse mayores nuestros hijos y poder exigirles cada vez, un poquito más.

sábado, 16 de septiembre de 2017

Carta de una madre para dar a conocer nuestro colegio

Esta carta la ha escrito una madre cuy@ hij@ acude al colegio de Garganta de los Montes. Está dirigida en principio a Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, pero su autora ha facilitado que se difunda en este blog para poder dar a conocer su opinión sobre la escuela rural en la Sierra Norte.


Escribo esta carta sobre un tema que espero sea de su interés, por estar muy de moda últimamente:  la educación, innovación, nuevos modelos educativos, apoyos a la educación pública, “TOP Ranking” de colegios de Madrid, España, informes PISA, métodos educativos finlandeses…Hablaré de algo muy concreto y cercano, la escuela rural de la Sierra Norte de la Comunidad de Madrid, en concreto del C.R.A ( Colegio Rural Agrupado) de Lozoya compuesto por los colegios diseminados de Lozoya, Canencia, Garganta de los Montes y Pinilla del Valle. http://www.cralozoya.es/
Mi objetivo es doble: 
• por un lado, arrojar un poco de luz sobre esta forma de educación, la escuela Pública Rural en la Comunidad de Madrid, puesto que llevo tiempo confirmando la falta de conocimiento de los madrileños a este respecto. Cuando se habla de escuela rural, todos piensan en pueblos perdidos, en familias quizá muy diferentes a las familias de ciudad …y en escuelas con bajo nivel educativo no comparables con la oferta escolar que todos los padres creen encontrar para sus hijos en la gran ciudad, 
• por otro, conseguir una concienciación general, incluyendo a los representantes públicos ( desde alcaldes a la Presidenta de la Comunidad) , de lo poco que haría falta para que, no solo unos “privilegiados” como nosotros pudieran aprovecharse de estos modelos educativos, sino que, dada la inversión ya realizada, pudieran aprovecharse muchos más ciudadanos y lo que es más importante, muchos niños de nuestra comunidad.

Somos una familia madrileña, muy normal, vivíamos en Madrid capital y hace unos años nos trasladamos a vivir a un pequeño pueblo de la Sierra Norte, Garganta de los Montes (http://www.gargantadelosmontes.es/). Seguimos trabajando los dos en la capital, lo que nos supone una hora de viaje diaria de ida y otra hora de vuelta en coche, y aunque parece mucho, es muy parecido a lo que les lleva el transporte diario a muchos de nuestros compañeros de trabajo (carretera A6 por las mañanas). La gran diferencia es que los transportes a nuestro pueblo son escasos y casi inexistentes por lo que es imprescindible la utilización de coche. No hay tren y los horarios de autobuses son mínimos, además de lentos (el autobús hace tantas paradas que la duración del viaje en autobús es de 2 horas ). 
Aquí descubrimos el Colegio Rural Agrupado (C.R.A.) de Lozoya y es en él, dónde estudia nuestr@ hij@. Empezó en la Casita de Niños, y aunque al principio estábamos un poco extrañados, la experiencia fue y sigue siendo maravillosa. El colegio no tiene mas que 2 clases (aulas) desde Ed. Infantil a 6º de Primaria, se llaman: 
- la de lo “mayores”( 3º EP a 6º EP)  y 
- la de los “pequeños”( Infantil a 2ºEP)
 con un total en el colegio de no más de 20 alumnos. Este curso 2017-2018 que acaba de comenzar, en la clase de “pequeños” sólo hay 6 alumnos en total  ( 3 alumnos en 2º Primaria, 2 en 1º Primaria y 1 en infantil).  Adjunto foto de comienzo de curso 2017-2018. 

No tiene gimnasio, ni piscina, aunque existe una sala polivalente y los caminos y el campo sirven a los niños para hacer el deporte necesario.  No tiene laboratorios, ni ipads…pero sí, algunos ordenadores y la cooperación de padres, tí@s y abuel@s , cada vez que hace falta ( como cuando
durante el eclipse de sol, el padre de C. llevó un telescopio y todos los niños del cole aprendieron sobre los eclipses en familia) .. Tiene biblioteca, comedor (aunque hay que llevar la comida de casa) profesor americano, logopeda, orientadora etc 

Pero sobre todo lo que si tiene es: profesores y dirección con vocación, gran motivación y creatividad. 
No utiliza métodos con nombres rimbombantes, ni Montessori, ni Waldorf… pero en mi opinión  es un método aún mejor puesto que añade 4 ventajas fundamentales : 
- pocos alumnos por clase (demasiados pocos actualmente, aun hay capacidad para más)  
- mezcla de edades en las clases ( sistema multinivel ) 
- contacto directo con la naturaleza y 
- profesores muy motivados que conocen al detalle a todos y cada uno de sus alumnos.

Cuando nos dimos cuenta de la mezcla de edades en clase pensamos que sería un problema, pero pronto detectamos que todo lo contario: 

- los niños aprenden a respetar y cuidar a los más pequeños, y los pequeños aprenden a relacionarse con mayores, las relaciones sociales que generan son de educación, respeto  y convivencia, - dependiendo de las capacidades de cada uno, ninguno se siente inferior si en algún momento no entiende algo, siempre hay alguno más pequeño que tampoco lo hace, y al contrario si van mas avanzados, no hay inconveniente en escuchar lo que explican a los mayores… el mérito obviamente es del profesor ( no es fácil tener una clase de diferentes edades…) pero el resultado es espectacular - además los mayores actúan muchas veces de “profes” de los pequeños, con lo que consolidan aún mejor sus propios conocimientos y los pequeños miran y aprenden constantemente de los mayores a quien quieren imitar.

Hay temas que se tratan igual para todos – en especial, conceptos – vía juegos, prácticas, experiencias y luego se “asientan” mediante mecanismos de estructuración del conocimiento (fichas / trabajos etc) según la edad y nivel de cada uno.

Todavía recuerdo el trimestre de la prehistoria en el que nuestra hij@ con 4 años, que aún hablaba con problemas, aprendió un montón de cosas de historia gracias al método utilizado ( incluyendo la cueva del hombre de “Nearthental”  que construimos una tarde con grandes cantidades de papel de envolver, entre todos los padres, con pinturas rupestres dibujadas y los huesos de vaca “fósiles” que enterramos en los areneros del patio para que descubrieran por su cuenta un yacimiento de fósiles..) o como nos recitaba poemas en casa ( casi sin hablar era capaz de recitarlos, supongo que por imitación de los mayores.. ) 
Respecto al poco numero de niños, también nos preocupaba (por “imaginados” posibles futuros problemas de relación entre compañeros), pero hemos acabado dándonos cuenta de que hay mas ventajas que inconvenientes. 
- La ventaja de que el profesor conozca de verdad las necesidades de cada niño y pueda enseñar a cada uno de manera personalizad es un privilegio – es casi como un profesor particular todas las horas del curso, 
- La desventaja de la poca relación social, se suple con actividades extraescolares y /o campamentos. Nuestra hij@ ha estado en Julio en un campamento con mas de 200 niños y no ha tenido ningún problema. Durante el curso, va a actividades extraescolares de natación, pintura, karate ( todas ellas en la Sierra Norte) donde también se encuentra con más niños y se sociabiliza perfectamente, como cualquier niño de ciudad.
 El inglés, era un tema que también nos preocupaba, pero pronto vimos como la gestión del centro , con su profesorado de inglés era suficiente y nuestr@ hij@ aprendía inglés y lo hacía con motivación..
Respecto a los medios tecnológicos no muy avanzados, en nuestro caso no nos preocupa demasiado puesto que somos de la opinión de que ya hay suficiente impacto de nuevas tecnologías en todo momento en la vida diaria, como para necesitar como imprescindible esas herramientas en su horario escolar. O ¿es que alguien cree que un niño de estas edades no va a ser capaz de manejar un ipad si no le enseñan en la escuela? En este sentido creemos que hay un exceso de propaganda de algunos centros en relación a la disponibilidad de estas tecnologías que el tiempo dirá si es o no necesario.
Solo haré un breve comentario al contacto directo con la naturaleza., puesto que entiendo que no es discutible lo sano y el aprendizaje que esto conlleva. Mi hij@ ha tenido la suerte de dar biberones a ovejas, comida a las gallinas, recogido directamente nidos caídos de pájaros y aprendido a través de muchas de estas actividades conocimientos que estoy segura no se le olvidarán jamás.

En resumen, creemos que somos unos privilegiados en poder llevar a nuestra hij@ a este colegio, no elegiríamos ningún otro centro privado, publico o concertado para la educación en los primeros años de nuestra hij@, y queremos difundir esta información porque estamos seguros que hay muchas familias, que no saben que existen tan cerca y estarían deseando encontrar un colegio que cumpla las características del nuestro,  realmente “centrados” en cada niño, además de aprovechar asi para ayudar a evitar que por bajo numero de niños tengan que cerrarlos.  

Estoy convencida que difundiendo esta información, habría muchas familias, que en la búsqueda de la mejor educación de sus hijos, se podrían incluso plantear trasladar a vivir a pequeños pueblos de esta Sierra Norte (donde además la vivienda es mucho más asequible, el servicio de urgencias médico de la Comunidad funciona en mi opinión mejor que en la ciudad y la calidad de vida es maravillosa en contacto directo con la Naturaleza)  

Desde aquí aprovecho para solicitar a nuestros representantes públicos: 

- Mejora de los trasportes a Sierra norte de Madrid ( Valle de Lozoya ) 

- Mejora de conexiones telefónicas ( fibra óptica ) para poder tele-trabajar desde la sierra norte de Madrid ( actualmente es casi imposible tele trabajar por la velocidad de la línea telefónica) 

Estas 2 mejoras, facilitarían a muchas familias con hijos en edad escolar, el traslado a esta bonita zona de Madrid y gracias a ello, no solo aprovechar las inversiones ya realizadas en los centros públicos de la zona, y no tener que cerrarlos, sino conseguir un merecido reconocimiento como “referencia” en educación pública y “TOP RANKING” en innovación educativa, no solo en España, sino en el extranjero ( Japoneses analizando escuelas rurales de Soria y Avila …) . 

Sin más, agradeciendo su atención y ofreciéndole la posibilidad de visitar personalmente cualquiera de estos centros, se despide atentamente 
Una madre encantada con el modelo educativo de la Escuela Rural Pública en Madrid
C.C.




viernes, 3 de febrero de 2017

Notas para padres, notas para niños

La llegada de las notas a casa suele ser motivo de más entusiasmo por parte de nosotros que de nuestros hijos. No es tanto por los resultados, es por la extensa nota que las acompañan, en la que Eva la maestra describe cómo ve a nuestros hijos en todas sus facetas. Siempre hay espacio para su estado emocional y su presencia en clase, en relación con sus compañeros y compañeras. Recibir esa otra visión, la de el otro espacio y otros adultos que cuidan y se relacionan con nuestra hija e hijo es muy valioso: nos abre la mirada, nos explica cosas, es coherente o no con lo que ocurre en la familia, y ésto último suele demostrar que comportamientos de casa que nos parecen "tremendos" no aparecen en el entorno escolar, con lo cual toca revisar qué pasa en casa.

Al final de este trimestre, cuando llegaron las notas, recibimos un mensaje de la profesora de Iván y Lara. Estaba al pie de la descripción detallada que acompaña a las notas tradicionales:

* Nos gustaría que esta información fuera sólo para padres con el fin de evitar las comparaciones que a veces hacen con las notas numéricas (sobresalientes, notables...) algo que realmente carece de valor. Nos parece más importante el trabajo y esfuerzo realizado día a día. Para ello, hemos elaborado dos notas: Una para vosotros (la oficial y estas observaciones adjuntas) y otra para ellos, en la que ponemos alguna reflexión de lo que han conseguido y en lo que pueden mejorar... ya que es a ellos a quienes deben interesarles el resultado de su trabajo.

A las notas oficiales acompañaba un cuadernito con un dibujo y un mensaje personalizado para cada uno. Eran sus notas, escritas a mano por su maestra. Estas son las de Lara (está en Infantil 5 años):


Y estas son las de Iván (2º E.P.):


Eran una traducción de lo que habíamos recibido los adultos. Nos explicó Eva que con esta idea pretendía evitar que los niños solo se fijen en las notas numéricas,  y se comparen. Que se sientan únicos, y que hay muchos aspectos de su presencia en el cole que funcionan o pueden mejorar. Que no solo hay las asignaturas, y que incluso dentro de las asignaturas, hay espacio para muchos aprendizajes y progresos.

Fue una gran idea, y valoro el trabajo que hay detrás de cada nota. Unas notas así son coherentes con el trabajo del trimestre. De nuevo, ¡muchas gracias Eva!

miércoles, 4 de enero de 2017

¿Qué tal hoy en el cole? -"Bien"....(seguido de un largo silencio)

Cuando los hijos/as vuelven del cole nos avalanzamos sobre ellos para saber qué tal les fue. La respuesta suele ser breve y con aire aburrido, en plan "no me apetece hablar, déjame irme a jugar". ¿Qué es lo que nos gustaría saber realmente?:
- "¿Habrá aprendido mucho hoy, se habrán metido con él/ella, se habrá metido con alguien, se habrá esforzado o habrá vagueado?

Cuando recojo a Iván y Lara, me avalanzo sobre ellos, es verdad. Y no encuentro una respuesta larga. Pero quizá no estoy respetando su momento: acaban de salir, quieren desconectar. Si ha ocurrido algo emocionante, me lo van a contar (y pasa). Pero quizá debo esperar a estar en casa tranquilos. Y en muchos casos, los padres preguntamos antes de darles espacio para que ellos hablen. Es mejor para todos, escuchar antes que hablar, en cualquier situación.

Es fascinante esto que pasa en nuestro cole: Llegan a casa y pregunto, ¿Qué has aprendido hoy en el cole? Y me contestan :¡Nada!. Pero un rato más tarde escucho:
- Esta carretera debe tener mucha mica porque brilla.
- Mira, ¡Ese pájaro es un mosquitero!
- Espera mamá que lo leo: Aaaaa.....bbbb....uuuu....eeeeee....lll....aaaa, ¡abuela! (acompañado de una cara de satisfacción espectacular)
- ¡Papá, cómete esta croqueta que hay nueve y Lara y yo tocamos a cuatrooo!

- Pues si los niños en Siria no tienen casa que se vengan a vivir a la nuestra.

Fascinantes los hilos que nos dan para que tiremos suavemente de ellos.

Otros días nos cuentan que han estado haciendo mermelada. O aceite de caléndula. Y traen el producto final con cara de orgullo, sabiendo el esfuerzo (y satisfacción, y aprendizaje y participación) que ha supuesto. Dame una mermelada y exime a mi hija, a mi hijo, de las mil fichas o ejercicios del libro de texto que equivaldría adquirir todos esos aprendizajes. Porque el proceso es completo, desde salir al entorno a recoger las moras hasta embotarlas y escribir la etiqueta. Todas las asignaturas, todas las inteligencias múltiples de Gardner, pasan por ahí.

De todas formas, necesito mejorar mi técnica. Os recomiendo este artículo con propuestas de preguntas para cuando vuelven del cole:

25 maneras alternativas de preguntarle a tus hijos cómo les fue en el colegio hoy

¡Y espero vuestros comentarios!

El primer día de escuela

Recuerdo el primer día de escuela. No el de mis hijos, sino el mio en su escuela. Hubo una reunión el día anterior a comenzar las clases y ahí estaba yo, llena de expectativas. ¿Qué esperamos los padres de la escuela de nuestros hijos? ¿Que aprendan o que se diviertan? ¿Pero es que ambas cosas son excluyentes? En nuestro caso, esperábamos una maestra que les hiciera sentir a gusto, que aprendieran con ella pero no que "la letra con sangre entra". Que cuidase las relaciones entre los compañeros, y respetase su ritmo y su forma de ser. No nos preocupaban las instalaciones del cole, aunque un gimnasio en condiciones no tiene. Ya veníamos con altas expectativas de la casa de niños, que tanto nos dió a todos (no solo a nuestros hijos), por lo que algo sabíamos de qué esperar.

Eva, la maestra, nos reunió en un aula grande y de paredes vacías. Nos estrenamos juntas en el cole, era su primer curso en esta escuela pero con plaza fija (¡bieeeen!! la movilidad en las zonas rurales es muy común). Nos comentó su experiencia anterior en CRAs, y cómo le costaba ver esas paredes tan vacías, pronto se llenarían con las propuestas y producciones de sus alumnos y alumnas. Nos contaron también que apenas usaban libros de texto, solo para ejercicios de matemáticas, cuadernillos de caligrafía e inglés.

Iván apenas notó el cambio, en su primer día de escuela. Se incorporó a un aula en la que se convivían infantil, primero y segundo de primaria. A todos les conocía pues la Casa de Niños estaba en el mismo edificio que la escuela, y los mayores y pequeños están acostumbrados a compartir espacios y juegos.

Y comenzó el curso y con él una metodología novedosa para mi: En el CRA decidían trabajar un tema en las cuatro localidades que lo conforman, y la maestra les preguntaba a los alumnos sobre qué querían aprender relacionado con ese tema. Así se conforman los aprendizajes basados en sus inquietudes.

Iván volvía a casa contento, y ¡sin deberes!. La única expectativa era que jugase y disfrutase con su familia y amigos/as. Y aprendió mucho, casi sin querer, con esfuerzo y motivación.